lunes, 30 de junio de 2014

En busca de la felicidad

La felicidad es algo que todos queremos tener en nuestra vida, pero es tan difícil conseguir, que necesita un pequeño sacrificio.

Cuando piensas que todo va bien, llega algo que te hace cambiar de opinión, cuando ese algo se arregla, llega otra cosa que se tuerce, y así sucesivamente. Y tienes la sensación de que jamás podrás llegar a alcanzarla, que siempre hay algo que va mal. ¿Y por qué va mal? Pues eres tú quién da valor a esas cosas, y quien decide si ocupar tu cabeza con ese tema, o prefieres ocupar tu mente con otras cosas que puedan hacer que estés un poco más cerca de la felicidad. "Pero es que lo mío es un palo muy grande" diréis, y jamás os negaré que hay cosas peores, y cosas mejores, y que puede que esa razón te destroce por dentro.

Pero tienes dos opciones:
- Dejar que te destroce
- Intentar mirarlo desde otra perspectiva para centrarte en otras cosas que puede que te den el empujón que necesitas para no verlo todo tan oscuro

Cuando optas por la primera opción, todo, absolutamente todo, es malo. Todo va en contra tuya y todo va a joderte. Todo lo que intentan hacer es para joderte. Todos los que están a tu alrededor no lo entienden. Tú estás mal y nadie más que tú tiene derecho a estar mal. Y lo que iba bien, empieza a ir mal, porque eres incapaz de ver cosas, y porque te centras en otras que hacen más daño en vez de centrarte en las que hacen que sonrías. ¿Este es el camino correcto? Porque yo creo que no, aunque muchas veces lo tomamos sin darnos cuenta, y cuando nos damos cuenta, vemos lo idiotas que hemos sido.

Por el contrario, si optas por la segunda opción, tienes cosas buenas y cosas malas. No todo va en contra tuya, puedes ver que hay personas que están ahí, intentando ayudar, sacarte una sonrisa. Consigues ver que todo lo que intentan hacer es ayudar, que ya saben que hay algo que te daña y que lo que menos quieren hacerte es dañarte más. Lo que iba bien, sigue yendo bien, porque agradeces más que nunca lo que hacen por ti, consigues sacar esa sonrisa de agradecimiento y al final, como resultado, tienes la cabeza en otra parte que duele menos, y se ven las cosas de otra forma. ¿Este es el camino correcto? Yo creo que si, pero pocas veces logramos tomarlo, porque somos humanos, los palos duelen, intentas solucionarlo centrándote en ese problema, y olvidándote de las sonrisas. ¿Es que nadie piensa en las sonrisas?

Aunque cueste, tenemos que tener los ojos bien abiertos, no centrarnos solo en un solo tema. Todo es compatible. Y si el problema tiene solución, se arreglará, sino la tiene, no se puede perder tiempo en pensar cómo solucionarlo, ya que al fin y al cabo lo que consigues es estar peor.

Este año no ha sido un buen año para mí, y casi diría que he estado a punto de cargarme varias cosas por optar por el primer punto. Ya me he dado cuenta, es como si me hubiesen quitado 30 kg de mi espalda y estoy mirando las cosas desde otra perspectiva. Por eso, os invito a mirarlo todo desde una perspectiva diferente si la actual no funciona. Como me dijo un gran amigo mío, no consiste en seguir la misma opción 20 veces, si esa opción no funciona, habrá que probar con otra.

Dicho esto, quiero agradecer a todas esas personas que este año han estado a mi lado, soportando mis borderías, y soportando que yo estuviese distante con ellos.

Ahora toca seguir el camino correcto, el camino hacia la felicidad, no es fácil, pero tampoco es imposible.